31 ene 2016

Elogio del amor... por Guns'n Roses

Muchos sabemos, reflexionamos, tomamos consciencia que Guns'n Roses vino a hacer el bien.

The Spaghetti Incident me cambió la vida.
Gracias al disco de los fideos descubrí a temprana edad la existencia de los Stooges, T-Rex, New York Dolls, los Pistols y Misfits, que luego se convertirían en parte indispensable de mi existencia.
Debe ser el peor de sus álbumes, pero me cambió la vida.
Y como una revelación, supe que aquello que te va gustar para siempre, no necesariamente tiene que ser lo “mejor”, más calificado o de gran calidad.
Nada de eso.
Lo que te va a gustar para siempre, es lo que te cambia la vida.
O el momento en que ves el video de “November rain” y te enamorás perdidamente de Slash tras su acción pelotuda de intentar buscar los anillos torpemente en su saco – mientras Axl estaba en el altar – y Duff frenándolo y mostrándoselos, corte “Man, ves que sos un cuelgue… los tengo yo”.
Entonces, los Guns me modificaron. Provocaron un giro copernicano.


El primer recital al que quisiste ir cuando tenías 11 años, y no te dejaron. La primera pelea con tus viejos. La primera vez que les dijiste que no los ibas a perdonar nunca.
El momento en que te esforzás por traducir sus letras, para darte cuenta después, que son una mierda y no importa. Porque lo que te cambia la vida va más allá de redacciones y metáforas.
Esa música que te va a gustar siempre, trasciende todo hecho racional.

Los Guns te modificaron el día que descubriste que Appetite for Destruction y Más allá del principio del placer, de Freud, son análogos. Y que deberían venderse juntos, como en un almacén en Córdoba te venden el Fernet con la coca encintada.

Una tarde del 97, algún pibe en Dock Sud jugando a ser Slash, descubrió que era el mejor escobaguitar de Avellaneda. Mucho antes del air guitar y esas giladas.
Ese pibe, también supo que Paul McCartney siguió haciendo música después de los Beatles tras ponerse a investigar de dónde venía ese tema que sacaba a Axl del piano cuando estallaban fuegos artificiales, para ponerse a correr como un desquiciado.

Te disfrazabas con tu amigo de la primaria, con un pañuelo en la cabeza.
Te chapabas al pibe que le gustaba a una amiga mientras sonaba Patience, porque ya fue todo. Rock.

Tardaste 20 años en darte cuenta de la profundidad de Nightrain – y que es un tema dedicado a un licor – tomando sidra Señorío de Ondas en botella de plástico.

Descubriste tus odios. Inspiraron tu bronca cuando dijeron que no iban a mancharse las tejanas con tierra argentina, y escribiste un tema con tu banda punk. Mientras lo tocaban, prendían fuego un poster de Guns’n Roses.
Si hubo esmero en el repudio, es porque te modificaron.


The Spaghetti Incident fue el último disco con la formación original, después de eso, Slash se tomó el palo para que nada volviera a ser igual.
No tiene canciones propias, ni siquiera diría que superaron las originales – cosa que supieron hacer bien en otros casos de compositores aun más grosos o populares – pero ponerle su cuerpo y voz a temas de otros y que una boludita como la que escribe - que no sabía quién era Marc Bolan - escuche Buick Makane y descubra que detrás de eso había un mundo inexplorado que la haría muy feliz los siguientes años, es un acto de amor.
Que otros conozcan diferentes horizontes gracias a tu peor disco, es un acto de amor.

Por eso refuerzo mi hipótesis: Los Guns vinieron a hacer el bien, a revolucionarnos con la simpleza de la sangre.
Por todo eso, gracias. Y RESPECT.


Este texto no hubiese sido posible sin los aportes de Da Lechiguana, Juan Pablo Susel, Laura Requejo, Juani Mon, Gustavo O Cabezón, Dani Valls, Matías Hernán y sus anécdotas y reflexiones. Invito a uds lectores, a continuarlo con las propias en los comentarios.

3 piden los bises:

Figo dijo...

Que disco complicado que es éste para mi.
Lo cierto es que si lo escuché 3 veces es mucho, aunque si tengo grandes recuerdos de Hair of the Dog, lo sigo teniendo en mi playlist de temas para patear culos y a veces cuando voy corriendo sale y un toque más fuerte a las gambas le doy, si que si.

Yo descubrí tarde a los Guns (como casi a todo), por el 2000, con el Live Era, tenía 13 años así que es entendible creo. A pesar de crecer nunca le perdí el cariño a su música y la verdad que cada vez los banco más.

Yo igual siempre fui team Slash

Anónimo dijo...

Since I don't have you era elenco estable en todos los lentos de asaltos y fiestas de quince. EL HORROR

Tefilina dijo...

Figo: yo descubrí a los Guns en 1990 siendo muy niña, pero gracias a que mi hermana estaba entrando en la adolescencia.
Con The Spaghetti se me abrió la puerta hacia otros lares, esa fue un poco mi despedida con los Guns, por eso le guardo tanto cariño. Obvio que los sigo escuchando, pero no en el nivel gede de la infancia e inicios de la adolescencia. También team Slash.

Nati (so vo?): jajajajjajaja tema de chape indiscutido.